4 de noviembre de 2008

Sus dos pasiones el Canto y el Turf


Si aparte del canto, hubo algo en la vida de Carlos Gardel que ocupo un lugar de privilegio en sus cosas, en cualquier tiempo y lugar, ello fue lo que se ha dado en llamar el "deporte de los reyes". Desde muy joven se sintio irresistiblemente atraido por las carreras de caballos.

Se cuenta que en una oprtunidad de correrse la revancha entre aquellos dos formidables pingos que se llamaban Botafogo y Grey Fox, nuestro cantor- en compañía de Razzano- se encontraban actuando en la ciudad de General Pico( La Pampa), donde también se desempeñaba la orquesta del maestro Roberto Firpo. Leyendo un diario en la vispera de la sensacional revancha-en el primer encuentro y en forma muy discutida Grey Fox le habia ganado a Botafogo- Gardel, entusiasmado se lamentaba de no poder estar al dia siguiente en el "Hache Nacional" para ver esa lucha de titanes. Entonces surgio la idea: sin decirla nada a nadie partirían despues de la funcion a Buenos Aires, para no despertar sospechas. Y se fueron, nomas. Y se contaban entre los primeros en llegar a Palermo aquel mediodia de noviembre de 1917.

Hay un sinnúmero de anecdotas en torno al turf en la vida del Zorzal Criollo. Y de ese ambiente que el quiso tanto, extrajo las amistades de los hermanos Torterolo-Mingo y Juan-; de Francisco Machio y de Irineo Leguisamo. Y como sabemos a este último le dedico el tema "burrero" por excelencia, que nuestro cantor supo acomodar a su medida agregandole un final hablado en el que demostraba su agradecimiento por los buenos momentos que le habia deparado esa trilogia compuesta por Maschio, Leguisamo y "Lunatico", caballito este último que le dio diez satisfaciones a Gardel, llegando priemro en otras tantas oportunidades a la "colorada.