23 de abril de 2012

CARLITOS EN LA CIUDAD DE LOS RASCACIELOS


CARLITOS EN LA CIUDAD DE LOS RASCACIELOS.
Es imposible acompañar históricamente los pasos de Gardel. Sus facetas obligan a frecuentes desvíos y saltos, antes de mediar la década del 30, atendiendo un contrato de la Paramount. En la gigantesca ciudad del Norte se albergara en un lujosísimo hotel, el Waldord Astoria y, posteriormente, en el ultimo piso del Hotel Beaux Arts, para coronar su estadía en el Middletone. Sus ganancias en la tierra de los vaqueros son suculentas y vive a lo bacán. Es en este tiempo cuando filma "Cuesta Abajo" (1934), en los estudios de Long Island, junto a Mona Maris, Vicente Padula, Alfredo Le Pera y Anita Campillo. En este film se luce con los temas Criollita deci que si, Cuesta Abajo, Mi buenos Aires Querido y Amores de Estudiantes. También interviene en "El Tango en Broadway" (1934), producción en la cual canta "Rubias de New York", "Golondrinas", "Soledad y Caminito Soleado". Al siguiente año, es decir 1935, es interprete, junto a Rosita Moreno, de "El día que me quieras", donde sus interpretaciones vocales son: "Sol Tropical" , "El día que me quieras", "Volver", "Sus ojos se cerraron y "Guitarra mía". Agregamos dos títulos más de este año: "Tango Bar" y "Cazadores de estrellas". Es en este imborrable año 1935 cuando Gardel se reúne en Nueva York sus guitarristas Guillermo Barbieri, José Riverol y José María Aguilar. Este último reemplaza a Julio Vivas, que ha quedado en Buenos Aires. Después de los triunfos neoyorquinos, Gardel es recibido con grandes honores en San Juan de Puerto Rico al igual que en Curazao y Caracas. Pisa tierra colombiana en la simpática Barranquillas. El Zorzal Criollo gana corazones en Cartagena, Medellín y Bogotá. Es tratado como hermano. Y Gardel lo es realmente, ya que es gaucho. Por último, ha de llegar el fatídico viaje a Bogotá a Cali, con escala en Medellín. Y el destino cercena en veinte minutos, solo veinte minutos en Medellín, la vida del cantor, ya que, cuando va a reanudar la partida todo estremece y derrumba, todo es fuego, hierros retorcidos, humo, cenizas, muerte… Buenos Aires sueña con un inútil volver…El gran Gardel ya se ha hecho bronce. Un bronce que sonríe eternamente. Se ha hecho voz con resonancia eterna. Ser ha hecho imagen. Imagen en los hogares, en los medios de transporte, en los colectivos porteños, en los quioscos, en las billeteras de hombres y mujeres y toda suerte de vehículos…Se ha hecho canción, porque son incontables los tangos, las canciones y milongas que lo nombran. Gardel se ha hecho misterio. "Aparece" en cualquier lugar como el " misterioso hombre del rostro quemado"…Y se ha hecho mito. Porque todos los pueblos necesitan un mito. Y para nosotros es y será el hombre " que cada día canta mejor"…Y todos, de alguna manera u otra, han querido tener una vinculación con el ídolo. Por eso se han multiplicado las anécdotas, los amigos, los hijos y hasta los nietos, como el caso de Cesar Gardel, un joven que debuto en Mallorca cantando tangos y tiene un notable parecido con Carlitos. Este joven conto no hace mucho tiempo."En 1922, una abuela mía, una artista española llamada Celia Redondo, conoció en un país sudamericano a Carlos Gardel. Un año mas tarde, nacía en un pueblo castellano el hijo de ambos, es decir mi padre". Y sigue el relato periodístico. No fue el último y estamos seguros que habrá de pasar mucho tiempo para que haya un último "invento" alrededor de la mítica figura del máximo exponente de nuestra canción ciudadana. Por último, Gardel se ha hecho camino. Un melodioso camino hacia todos los pueblos de América. Por todo esto, al llegar a la finalización de este muy apretado mensaje recordativo, nos sentimos complacidos de pensar que estamos tendiendo una mano amistosa y franca a todos los hermanos del Continente, ahondando huellas en las sendas que trazó y traza la voz maravillosa de Carlos Gardel.