5 de noviembre de 2008

Mi Amigo Hormiga Negra



No fue un hombre del tango, eso si, un autentico chamamecero, que se expresaba- paradójicamente- con su fuelle y que también interpretaba tangos acompañando a distintas agrupaciones de la zona, del dos por cuatro. Remontándome a tiempos idos, recuerdo como anécdota, que cada vez que me arrimaba a su reducto,-era un bar-restaurante ubicado frente a la Plaza 25 de Mayo de la ciudad de Concordia- sacaba inmediatamente su bandoneón y me hacia escuchar El viejito del acordeón, alegando que era lo que a mi me agradaba y por cierto así era. Entre los temas que hablábamos, me demostraba un poco su cansancio, me comentaba que desearía tener algo estable para cuando tuviera edad de jubilarse, porque en realidad si había hecho algo de plata, quizá no tuvo la suficiente voluntad de guardar y tener alguna reserva en el futuro y que solo tenia para vivir de lo que el restauran le podría dejar y que no debía ser mucho. Me contaba anécdotas vividas en los distintos escenarios, y precisamente el amigo Cobalchu,- que era su verdadero apellido-, en un festival chamamecero que se llevaba a cabo en Federal, en la fiesta anual del chamamé, junto a sus pares, se descompuso y falleció, como tal vez lo deseó, despidiéndose de su publico precisamente en un escenario haciendo sentir, su alma de chamamecero bien caté. Mi recuerdo para quien en algún momento ocupo un espacio en mi vida.