9 de noviembre de 2008

D'arienzo-Prieto


D’arienzo-Prieto.
Allá por los años 60, no solo el éxito, sino también la fama llevó a Buenos Aires a Antonio Prieto, quien en forma muy fugaz pero para siempre pasó a integrar la historia del tango; ¿como? de la siguiente manera: (antes deseo comentarles que lo que voy a narrar es de un reportaje que le hiciera al maestro Jorge Dragone).Decía así: Pacheco esta es una primicia que le voy a contar. Era fines de junio del 61; Juan D’arienzo me encontró-comenzaba narrando Dragone- y me pidió que preparara algún tango nuevo, pues Antonio Prieto le había pedido al gerente de la RCA VICTOR que quería grabar dos temas conmigo, pero dos temas nuevos; bueno, como no, le conteste. Luego, entonces iba caminando por Paraná hacia Corrientes y me encontré con Abel Aznar-famoso letrista-y le comente el pedido de D’arienzo; mira no tengo nada, pero vamos hasta la confitería. Nos dirigimos hasta Corrientes y Montevideo-Café La Paz-y Abel comienza a escribir mientras saboreábamos un café; después de un largo rato en silencio, Aznar me dice, bueno Jorge, acá esta la letra, ponedle la música; me fui a mi casa y me puse a trabajar en el piano y con mi sordina hasta altas horas de la madrugada. Concluida la obra al otro día se la lleve a Dàrienzo, y me aclara que los temas los iba elegir Antonio, y que tiene mas de 70 temas para presentarle a Prieto, de trabajos que otros músicos y letrista le habían hecho llegar.
Así paso una semana y un día me llama Juan y me dice; Jorge ponete contento Antonio eligió el tema tuyo y el de Roberto Rufino.
Y fue así que el 25 de Julio de 1961 Antonio Prieto grabó con el maestro Juan D’arienzo esos dos temas, que fueron “La calle del pecado” de Roberto Rufino y Roberto Lambertucci y el otro tema el de Jorge Dragone y Abel Aznar, “Después de la boda”; este ultimo tema, podría decirse que seria la continuación del tema que causaba sensación en esos momento- “La novia” de su hermano Joaquín Prieto.
El maestro me aclara diciéndome. Esto que le acabo de contar mi amigo Pacheco, es una primicia, pues nunca lo conté en la radio ni a ninguna revista, como así tampoco en reportaje alguno.