29 de julio de 2009

Las letras de tango: cuanta riqueza hay en ellas, ¿Quiénes fueron los hacedores?, ¿los letrista, los poetas, los escritores?, no se si en ese orden, pero lo verdadero es que todos escribieron la historia tal vez de Ud., de mi, y de otros tantos, al menos es mi interpretación, pueda, o no estar equivocado. En este espacio tratare de llevar a cabo una narrativa con fragmentos de distintas obras compuestas por estos monstruos.
Al hablar de mi vida digo ... "si arrastre por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser", ¿que clase vida he llevado?, y me pregunto, "mujer de mi poema mejor, mujer yo nunca tuve un amor, perdón si eres mi gloria ideal, perdón serás mi verso inicial / quien cerro en el recuerdo tu cofre de amor", ¿yo nunca tuve un amor? ,¿ como viví?, quizás, alguna vez mendigue cariño... "si al sentir que te perdía si al saber que te quería como te deje partir si al partir tu te llevaste a mi alma hecha pedazo…,y reflexiono; tal vez... "porque quise mucho y no me han querido, y pase la vida masticando sueños, porque soy un árbol que nunca dio frutos , porque soy un perro que no tiene dueño…no se si decir que "la vida engaño, la vida me mintió" , lo cierto es que si tuve una vida pelandruna, quizás me la merecí, hasta podría decir, "si soy asi que voy hacer pa, mi la vida tiene forma de mujer", pero todo hombre comete errores, se podría decir mala racha ,por eso no me gusta andar con vivos y a los giles les doy pase a los otros si es preciso los atiendo y se acabo, si la mala se encabrita me la aguanto hasta que amanse...no es tiempo de justificarse porque también supe ser feliz, "yo también tuve un amor y lo perdí y sentí morir mi alma", y me repuse, porque pensé..."que en esta vida la dicha termina y mis penas pronto se disiparan, si la rosa muere se quiebra la espina"…pero puedo decir que "príncipe fui, tuve un hogar y un amor llegue a gustar la dulce paz del querer y pudo mas que la maldad y el dolor la voluntad de un corazón de mujer"…ahora el tema parece que siempre es la mujer, me preguntaran porque no hablo de la madre, del hermano, "del amigo que es amigo siempre cuando le convenga y se que con mucha plata uno vale mucho mas", claro, uno siempre anduvo a los tumbos y nos aleja de muchas cosas, del boliche por ejemplo y recuerda al "cafetín donde lloran los hombres que saben el gusto que dejan los mares/ y esa pena que amarga mirando los barcos volver a sus lares"…en ese rincón del mundo donde uno tantas veces se refugio ha recordar lo que fue y lo que pudo haber sido donde la nostalgia lo invade, donde se recuerda a la barra querida..." donde siento llorar compadre el corazón al regresar al barrio en que nací al recordar mi horas de purretes, mi viejecita, mi hogar todo perdí, recuerdo mi lejana juventud, cuando alumbraba el sol de la ilusión"…y el recuerdo se hace carne e inevitablemente el alcohol derramado dentro de una copa..." bebiendo paso la vida de la mañana a la noche me siento igual que un fantoche frente a este alcohol homicida que asesina mi razón, cansado con sed de olvido en una eterna agonía quiero olvidar la sombría visión que todos los días me lleva la sin razón"…y quizás podría agregar preguntandome… "llorar ¿porque vas a llorar? ¿Acaso no has vivido? ¿Acaso no aprendiste a amar, a sufrir, a esperar, y también a callar?.".. y en esta dura realidad... "pagando antiguas locuras y ahogando mi triste queja, volví a buscar en la vieja aquellas hondas ternura que abandonadas deje. Y al verme nada me dijo de mis torpezas pasadas, palabras dulcificadas de amor por el hijo tan solo escuche".

O:P

Tema del tango: El fracaso


Tema del tango: El fracaso
Como las viejas fotos, cada tango es testimonio de una ausencia, señala un hueco, abre la herida por lo perdido irrecuperable, el tema es siempre la lejana juventud, el amor que fue, el gris de lo que queda: “ nostalgia de los años que han pasado, arenas que la vida se llevo, pesadumbre de barrios que han cambiado, amargura del sueño que murió” y la obsesión por volver a la primera novia, a la casita de los viejos, al antiguo barrio que al evocarlo “se me pianta un lagrimon”,vivir siempre del ayer, el pasado se vuelve presente y el presente es un extraño y confuso futuro” sueño con el pasado que añoro, el tiempo viejo que lloro y que nunca ha de volver.
Pero el gran tema del tango es el fracaso, el fracaso es un destino cruel, el juego fatal del deseo que se cumple inexorablemente a través de precisas, ineludibles etapas.
La primera es la etapa de las locas ilusiones, la fe en los sueños y la esperanza de amor, es cuando “uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias” pensar que en mi niñez, rememora Discepolin “tanto ambicione y al soñar forje tanta ilusión” este tramo se caracteriza por la inocencia, el no saber.
La segunda es la etapa de la lucha por la vida y la fe empecinada. Es cuando en un insensato despilfarro vital, "uno va arrastrándose entre espinas, sufre y se destroza", pero todavía sigue fiel a los sueños de juventud. Es José el de la quimera y Marcial que cree y espera.
La tercera es la etapa del fracaso y la sabiduría
. Es la hora de la verdad, de sacarse la venda de los ojos. Es cuando el paraíso soñado (la utopia) se trastoca en infierno y la confianza en los otros, la fe en la justicia y la esperanza de la felicidad son reemplazadas por la gran desilusión. “Todo es mentira nada es amor” y vivimos sumergidos en el lodo que es la barbarie en el sentido lato del termino: confusión, conglomerado de opuestos sin forma ni medida, en una realidad así todo vale y nade vale, no hay pautas ni molones que indiquen un camino. Solo cabe el extravío y el fracaso. En esta tercera etapa el argentino sabe por fin que "la vida es una herida absurda" y que el mundo es una porquería, cambalache atroz, que deshace toda ilusión. ¡las cosas que he soñado, me cacho en diez, que gil!”, se despabila uno, “tres esperanzas tuve en la vida, dos me engañaron y otra murió”, confiesa otro, y alguien confirma: “la gente me ha engañado los hombres se han burlado, la vieja la perdí". Al cabo de años se aprende que los sueños, sueños son y que "contra el destino invariablemente cruel, nadie la talla” contra el mejor plan el destino se rebela dice Martín Fierro, y en otra estrofa del poema: “no hay juerza contra el destino que le ha señalado el cielo”, y el tango testimonia: “cruce por los caminos como paria que el destino se empeño en deshacer”. Es en este tramo de la vida cuando se siente la indeferencia del mundo, cuando uno se da cuenta de los sueños de juventud mueren en un adiós y que se esta solo como un paria; etapa de la lucidez después del sufrimiento, “ sufre y se destroza hasta entender” dice el tango, se conoce la vida:”veras que todo es mentira, veras que nada es amor, que al mundo nada le importa” dice Descepolin y Homero Esposito llorar ¿Por qué vas a llorar? ¿Acaso no has vivido, acaso no aprendiste a amar, sufrir, a esperar, y también a callar?" Sabiduría postrera, a destiempo, al final del camino cuando ya no sirve para evitar los escollos y las frustraciones, es la sabiduría que se pregona con pretensión de enseñar a otros, de evitarles la dolorosa y castratofica experiencia.”tiene mucho que aprender el que me sepa escuchar” advierte Martín Fierro a la audiencia antes de empezara desgranar sus desgracias y reflexiones sobre la vida, pero el que enseña, previene, aconseja, advierte, sabe en el fondo que no puede enseñar nada a nadie, que solo enseña el propio fracaso…a veces, porque otras veces se vive la vida entregándose a ella “hasta equivocarse una y otra vez”, dice Celedonio Flores” y luego a empezar y volver a equivocarse, pero siempre vivir”.
Algo es seguro: la vida fácil no enseña nada el muchacho del tango que no “sabe del encanto de haber derramado llanto por un amor de mujer”, el joven de suerte que no sufre privaciones y a quien le sobran los amores regalados vive una vida pelandruna y es el que no sabe. La escuela de la vida: la vida enseña a condición de haber sido golpeado por ella, a condición de haber sufrido y fracasado.
Si solo enséñale propio fracaso, las palabras no son más que palabras y en última instancia les sirven a quien solo las pronuncia. La confesión, el relato de la propia experiencia cuesta abajo, conmueve como historia ajena, pero no enseña. Cada uno necesita vivir todas las etapas sin saltearse ninguna, luchar, equivocarse, fracasar. No hay otra.